Aquel 14 de Enero era casi normal, pues no era común que mi madre pusiera mi comida favorita después de haber llegado un cuarto de hora tarde, cuando ella me había dicho que fuese puntual, así que comí y me fui a mi cuarto.
Ya acababan de dar las cuatro cuando de repente, mientras hacia mis deberes apareció un genio de la nada. Era verde y vestía una túnica rojiza y un turbante azul.Me sorprendí mucho y le pregunte:
- ¿ Qui- quien eres ?-
El me contesto con voz grave:
- Soy el genio verde, te concederé tres deseos y te regalare una moneda de la suerte.
- ¡ Que ilusión !, siempre he deseado tener un pelo precioso, y llevar la mejor ropa del mundo, y también ser la mas popular del colegio.-
- Tilín, tilín,tilín, se acabaron los deseos, toma tu moneda, y bye, bye-
-Pero, pero yo...-
Me senté en la cama y me di cuenta de que solo pensé en mi, no pensé en los demás, así que me puse manos a la obra para intentar que volviera el genio, pero por mucho que hice no volvió. Pero de repente me di cuenta que no hace falta un genio para hacer cosas por los demás, si pones un grano de arena se ira formando una montaña.
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